Línea 1
La imprudencia y la impaciencia llevan al pequeño e inmaduro zorro a cruzar el río sin darse cuenta de que el hielo es demasiado frágil y acaba mojándose la cola, cayendo al agua e incluso ahogándose. Es la imagen de nuestra imprudencia, el deseo de actuar sin experiencia, de actuar sin pensar en lo más mínimo.
Línea 2
Saber mantener las ruedas en la carretera y a la velocidad adecuada es señal de autocontrol, determinación y sabiduría. Saber detenerse a tiempo, volver a empezar con precaución y despacio. La vida es un viaje, cuanto más sepas el camino más seguros estamos, pero para saber el camino hay que detenerse y pensar en ello, muchos lo pasan a toda velocidad sin siquiera saber a dónde van.
Línea 3
El viaje es largo, algunos tramos incluso peligrosos así que sé humilde para confiarte del consejo de alguien que ya haya vivido el peligro, si no lo tienes busca otros caminos o formas para llegar a la meta.
Línea 4
Permanecer en el camino correcto traerá buenos augurios y el arrepentimiento desaparecerá; conquistando el reino de Guifang con un poder atronador, después de tres años de amargas batallas, finalmente obtuvo la victoria y fue nombrado príncipe de un gran país. Con estas imágenes del I Ching nos dicen que para las grandes batallas se necesita tiempo, puedes enfrentar mucho tiempo solo si eres constante y perseverante, nada más puede llevarnos a largo plazo y la vida es un largo viaje en un largo camino de batalla.
Línea 5
Si puedes ser humilde, amable y prestar atención a la integridad, seguramente podrás obtener la ayuda de personas capaces. Muchos creen que uno avanza haciendo a un lado a los demás, pero si le das a los demás el regalo de tu éxito, más te empujarán a seguir adelante. El sabio es amado por todos y sin embargo no busca el amor de nadie con protagonismo o arrogancia, simplemente se entrega sin pedir nada y lo recibe todo.
Línea 6
Si te lames la cabeza es porque la has perdido, dice el proverbio chino, se refiere a aquellos que, a pesar de haber logrado el éxito lícitamente, se montan la cabeza o se dan arias de grandeza, se creen demasiado sabios, piensan que ahora nada les puede afectar. El dicho dice "te está permitido beber vino con alegría, pero si te emborrachas no eres digno de esa alegría, no la disfrutas y te arruinas"
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