35. chin - El Progreso

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El éxito ya sucedió, en el momento en que crees que has llegado a la cima te das cuenta de que es el primer paso hacia el regreso. El éxito es un medio no un fin y esta es la desgracia de nuestra mentalidad tecnológica: ver el éxito como una fuente imparable de poder. Este movimiento tarde o temprano conduce a la destrucción, porque aquellos que tienen éxito nunca están satisfechos, y les gustará devorar siempre màs cosas, como un cáncer que no se llena hasta morir. Dalai Lama dice: “El planeta no necesita más 'gente exitosa'. El planeta necesita desesperadamente más pacificadores, curanderos, restauradores, narradores y amantes de todo tipo.” I Ching al frente nos muestran que lo mejor en el camino hacia el éxito es aprender a sacar provecho del rechazo, a saber cómo ser descartado, no apreciado, siempre pasarás por ser subestimado tarde o temprano, pero creer en ello no es valorarse a uno mismo, es una doble derrota, por lo que aprender a aceptar el rechazo es el primer paso hacia el éxito.

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Dante Alighieri dijo: ""El linaje no hace noble a la persona singular, pero la persona singular hace noble al linaje". Es una suerte tener antepasados ​​cuya sabiduría se puede transmitir a través de su convivencia y memoria. No es cierto que la experiencia y la edad hagan sabios, hay viejos necios y antepasados ​​de los que avergonzarse. La sabiduría no está solo en la experiencia realizada sin aprendizaje, pero sobre todo lo asimilados. I Ching nos dice que en el progreso una base fundante radica en saber recibir el conocimiento de quienes se equivocaron antes que nosotros. Seguimos adelante sin olvidarnos de mirar hacia atrás. Un progreso sin fundamentos, sin herencia, sin historia, es arriesgado y listo para el fracaso. Saber progresar en medio de las caídas es herencia de los ancestros. Cuanto más hundes tus raíces en la historia, más progresarás hacia un futuro.

Para hacer justicia a los ancestros creo que el pensamiento de Virginia Woolf es perfecto para este propósito: "¿Qué son nuestros eruditos sino los descendientes de brujas y ermitaños que alguna vez se retiraron a cuevas y bosques para destilar hierbas, interrogar a las musarañas y anotar el lenguaje de las estrellas? " así que no desprecies a los que antes te parecían ridículos, hemos basado nuestras peculiaridades en sus rarezas.

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I ching de hoy nos dicen que sepamos doblarnos sin rompernos, que aprendamos a ceder sin perder terreno ni honor, así saber cuándo tenemos que agacharnos frente a alguien sin llegar a lamerle los pies por miedo o vendernos por conveniencia. Se llama condescendiente, etimológicamente es saber bajar junto con el otro sin hacerle entender que de alguna manera somos superiores en saber ceder y sobre todo en no querer oponernos. Si vivimos en sociedad de nada servirá luchar contra situaciones o personas adversas, siempre las habrá y algunas siempre serán más poderosas que nosotros, la única manera de vencerlas es con nuestra docilidad mezclada con nuestra honestidad, ellos saben que pueden contar con nosotros pero nunca contra los demás; esta forma de comportarse atraerá siempre la confianza de los demás, sembrará armonía y simpatía. No eres poderoso pero sabes ser apreciado por aquellos que tienen poder.

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En progreso, muchas veces un empujón fuerte e incontrolable puede ser un obstáculo y una ruina, se le llama "codicia". En el I Ching, la acción furtiva y astuta del ratón, el topo, la marmota... son animales muy habilidosos pero indigentes, su forma furtiva de actuar los vuelve molestos y se crean muchos enemigos. Lo mismo sucede en el alma humana: no estar claro, roedores de las circunstancias ajenas para aprovecharse de las debilidades ajenas, es la actitud típica del alma astuta. Gandhi dijo que hay suficiente en el mundo para las necesidades del hombre, pero no para su codicia. Pasamos la mitad de nuestra vida buscando lo que no tenemos y la otra mitad recordando que no disfrutamos profundamente de las cosas que teníamos porque estábamos ocupados pensando ávidamente en cómo tener otras cosas... pero en realidad con el tiempo resulta que fue un capricho y al final se convierte en un vicio. “El hombre desea mucho, pero necesita poco”, como dijo Gothe.

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En el desarrollo del progreso es fundamental aceptar las derrotas. Muchos dicen de manera consoladora “lo importante no es ganar sino participar” pero no es cierto, lo importante es saber que ganar no es el éxito más importante para la realización interior, obviamente solo cuenta el progreso material y externo. El progreso y la victoria a un cierto punto devora y se traga el corazón humano. Solo recuerde las palabras de Martin Luther King: "Nuestro poder científico ha superado nuestro poder espiritual. Tenemos misiles guiados y hombres descarriados". Todo progreso es precario y la solución de un problema nos enfrenta a otro problema: que el hombre se olvida de realizarse interiormente y se pierde en la realización del mundo exterior. Sin la conciencia de asumir el fracaso interior, cualquier progreso exterior es inútil.

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Cuando el progreso va acompañado de violencia, crees que te abres paso, como un tanque, pero dejas atrás el odio, el rencor, la destrucción. Es cierto que en algunas circunstancias para avanzar hay que esquivar el obstáculo pero no pisarlo. A veces la severidad es necesaria pero esto no debe ser una excusa para desahogar nuestra ira, la severidad espiritual sí es intransigente pero comprensiva, sensible, delicada. Todas las censuras o prohibiciones existen para impedir que nadie desafíe a los que están en el poder. En cambio, todo progreso inicia desafiando las concepciones actuales y, una vez realizadas, suplantando las instituciones existentes. En consecuencia, la primera condición para el progreso es la eliminación de la censura, pero si se hace con violencia, el poder responde no con tanta violencia, sino con mayor violencia, porque tiene más poder. Los sabios saben quitar la prohibición sin violencia, escapar del poder sin poder y sin que el poder se dé cuenta.

Ese es el juego lábil y sutil de vencer al poder obedeciendo a ese poder, de hacer creer a la gente que las cadenas son la libertad, que tu silencio es una inconsciencia, esperando el momento en que el poder se derrumbe para hacerte a un lado y no ser aplastado por su fracaso. Es el progreso de la Sombra, cuanto más se aleja la luz creyendo que ha vencido, más toma lugar y reina la sombra.