46. Shèng - La Subida

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Hexagrama 46 - Shèng - La Subida

Subir a las profundidades del alma es un lenguaje apofático, es decir místico, donde las cosas se ponen patas arriba para ver la parte oculta dentro de nosotros, se habla al contrario, es la única forma de captar lo esquivo, de ver lo invisible, es la ascensión a otra dimensión, una nueva forma de percibir y experimentar la realidad. El Viento (Espíritu) se mueve debajo de la tierra (el cuerpo) es la semilla de la vida, la energía vital. Nikola Tesla dijo: "El instinto es algo que trasciende el conocimiento. Tenemos, sin duda, unas fibras más finas que nos permiten percibir verdades cuando la deducción lógica, o cualquier otro esfuerzo voluntario del cerebro, es inútil", este es el ascenso interior hacia la Intuicòn. La intuición es ese espejo de agua limpia y firme dentro del alma. “No se puede reflejar en el agua que fluye. Sólo aquellos que conocen la paz interior pueden dársela a los demás ”, Lao Tse.

1ra línea - Yin - Viento

Para iniciar el ascenso es necesario ser liviano, por eso la línea es femenina, Yin, I Ching nos presenta la imagen de la mujer, aunque aparentemente débil es fuerte, ella sabe echar una mano en todo. Psicológicamente es el principio interno espiritual, pasivo, reflexivo, introspectivo que es profundo y te hace ascender, trascender. Es en la humildad que encuentras la grandeza, en la conciencia de tus límites la capacidad de superarlos, en tu debilidad la fuerza para empezar de nuevo. Es el viento bajo tierra lo que nos anima a subir al cielo.

Hexagrama 46 - Shèng - El ascenso

2da línea - Yang - Viento

Haces ofrendas, penitencias, creas un altar ... todas cosas dignas de alabanza, pero un día las verás infantiles, te reirás de ti mismo, de lo mucho que te haz engañado pensando de haber crecido, pero todo es un proceso, es necesario que esto suceda, es parte del crecimiento y del cambio del alma. Todos hemos sido torpes, inmaduros, principiantes, esto es normal, el problema sería quedarnos ahí y seguir pensando con los años que has cambiado, que has madurado, que has llegado.

3ra línea - Yang - Viento

Cuando has tenido un poco de experiencia, la tentación es creer que eres demasiado capaz, confiar demasiado en ti mismo, por ejemplo cuando estás muy familiarizado con un trabajo y usas herramientas como juguetes mientras seas un experto también te puedes lastimar y hacer mal, de hecho I Ching nos dice que cuanto más escalas más crees que eres capaz, te sientes en una ciudad vacía a tu disposición, donde todo es posible para ti, un mundo hecho para ti a tu medida o la chica que , creyéndose hermosa, piensa en convertirse en esposa y acaba actuando sólo como concubina.

Cuarta línea - Yin - Tierra

Nunca es demasiado tarde para aprender, algunas demoras a veces pueden ser una ventaja. Incluso un hombre maduro puede empezar la escuela, incluso una mujer madura puede decidir casarse, de hecho a veces no llegas tarde es solo que se te tomó más tiempo para madurar. Todo lo que llevas contigo es experiencia si la asimilas, por lo tanto, nunca pierdas el tiempo, no midas el tiempo como una cantidad sino como un espacio de calidad. Es el mundo el que hoy nos impone plazos: terminar la escuela a esta edad, hacer una profesión a esta edad, casarnos a esta edad, etc ... pero no todos maduramos a la misma edad. Subimos cuando estamos listos, no cuando nos vemos obligados o empujados.

Hexagrama 46 - Shèng - El ascenso

Quinta línea - Yin - Tierra

La escalada tiene sus grados, aunque tengas destreza y experiencia, respeta los tiempos, da un paso a la vez, no te canses a la larga necesitarás todas tus fuerzas, no hay prisa, la naturaleza crece según sus tiempos. Ten cuidado de medir tus esfuerzos, no puedes lograr todo al mismo tiempo. Establece un programa y sus prioridades. I Ching habla de las damas de honor que se visten más hermosas que la novia, pero la novia es más hermosa que las damas de honor, por lo que está arriba no necesita lucirse, ella sabe a dónde pertenece y para dónde va. 

Sexta línea - Yin - Tierra

Una vez que has subido a la montaña aprendes que todo lo que has recogido en la subida tienes que traerlo de vuelta al valle, nunca te quedas en la cima, el ciclo debe empezar de nuevo, pero cada vez que vuelves a empezar, si has vivido un ciclo en plenitud, siempre eres diferente, ves el valle diferente y sobre todo sabes cómo escalar la montaña de una manera siempre diferente, es esta diversidad la que hace que el ciclo nunca sea predecible, aburrido, repetitivo, pero siempre vivo, nuevo y lleno de otras sorpresas. Un ojo lleno de belleza sabe que no hay dos atardeceres iguales, el amado ve a su amada de una manera diferente cada día, el niño nunca se cansa de su juguete favorito, sube la montaña aunque sea la misma montaña pero las formas de llegar arriba siempre pueden ser diferentes.