Primera línea - Yang - Trueno
Confiar siempre y solo en los demás, esto te hace dependiente y nunca libre, tienes que confiar en ti mismo. La codicia afectiva proviene de una persona que no se evalúa a sí misma, por eso siempre tiene hambre de obsequios o regalos de los demás, de sus elogios, de sus consideraciones, siempre tiene hambre afectiva. No te das cuenta de la buena comida que hay en tu alma por estar viendo lo que comen los demás. La envidia surge entonces de este hambre interior. Quieres comer más que nada cuando te falta amor, siendo la comida una fuente vital cuando estamos muertos por dentro se convierte en un objeto traumático de desahogo psíquico tanto en comer demasiado (bulimia) como en comer poco (anorexia).
2da línea - Yin - Trueno
Si no tienes una plenitud interior, no te queda otra cosa que hacer sino devora la vida de los demás, envidiar, estar siempre ansioso por lo que los demás hacen, dicen, quieren. Las personas que tienen una vida interior nunca se entrometen en la vida de los demás, nuestra vida interior es demasiado exigente para tener tiempo para dar peso a lo que piensan los demás. La codicia nos devora y nunca nos satisface. Tener hambre es normal, pero ser codicioso es un indicio de desnutrición espiritual, de vacío interior. Incluso emocionalmente debemos alejarnos de los demás hasta que seamos autónomos y seguros de nosotros mismos.
Tercera línea Yin - Trueno
Los que comen hasta estallar hacen lo mismo que los que creen que están ayunando y luego mueren de hambre, son extremismos donde el Ego se alimenta de sí mismo, como un cáncer, hasta que se aniquila. Cuando el placer tiene la finalidad en sì mismo, se encierra en su espejismo y aunque piensa en hacer algo bueno, bello, verdadero en realidad se está destruyendo a sí mismo, sólo ha sublimado un ideal sin trabajar nunca en él. Similar al cangrejo que mira al horizonte pero continúa caminando de lado y nunca avanza, pero está satisfecho con lo tanto que camina.
4th Lìnea - Yin - Montaña
El grano se cosecha en los graneros en cantidad no por codicia sino por el bien común cuando habrá aridez y la tierra no puede dar su fruto. A esto se le llama prudencia. Pero la codicia hace de esta actividad su hambre existencial, el Ego se alimenta de estas acciones de acumulación, grandeza, posesividad. I Ching nos dice que tomemos el ejemplo del tigre: come lo necesario pero nunca engorda, un tigre gordo no puede correr y no puede cazar más. Los animales no tienen codicia humana.
Quinta línea - Yin - Montaña
La persona que crees que es más inferior a ti, siempre tiene algo que es superior a ti, si observas bien podemos aprender de todos, incluso de los que ves cometiendo mil errores, tu aprendes de ellos a cometer esos mismos errores, por esto nosotros debemos ser siempre modestos y nunca pensar que podemos convertirnos en maestros. El verdadero maestro es tal porque no se siente maestro sino un eterno alumno que siempre aprende algo de todos. Nuestro niño interior siempre está aprendiendo cuando está despierto.
6ta línea - Yang - Montaña
Cuando eres un punto de referencia para los demás de alguna manera se alimentan de ti, de tu energía, de tus consejos, esto te hace sentir bien, un poco sabio, pero si te alimentas de estos elogios de los demás pronto estarás vacío, te secarás y saldrá tu lado oscuro, el falso. Nunca dejes de alimentar tu alma de la fuente eterna y permanece imparcial, desbordarás y será tu plenitud lo que dàs y no tendrás el peligro de ser orgulloso, protagonista, sabelotodo más que sabio. Si donas por amor quedarás lleno, si das para hacerte amar te volverás vanidoso y, tarde o temprano, hasta odioso.
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